La investigación, al igual que
cualquier otro mercado, ha evolucionado, y sigue haciéndolo, especialmente, en
esta última década. El número de revistas ha crecido considerablemente, y por
tanto, el número de publicaciones, por tanto la comunidad científica está
inmersa en un proceso constante de intercambio de información y de crítica.
Dicha crítica forma parte de este mundo, y es fundamental, ya que sólo a través
de la crítica nuestro trabajo puede ser mejorado.
En el mundo científico, esta
crítica se lleva a cabo mediante la revisión
por pares. Esta revisión consiste en el análisis y crítica de cualquier
trabajo científico por parte de expertos, la manera de llevarse a cabo genera
discusión, ya que es complicado encontrar la mejor forma de evaluar y criticar
un trabajo desconocido hasta para los expertos.
Existen tres maneras diferentes
de llevar a cabo dicha revisión:
- Simple ciega: En esta revisión el revisor conoce la identidad del autor, pero el autor no conoce la del revisor.
- Doble ciega: Es la más común. La identidad de revisores y autores es anónima. El objetivo de este tipo de revisión es asegurar la objetividad en la crítica o análisis, pero no siempre es así, ya que existen áreas que son tan reducidas que es complicado no reconocer tanto a autores como a revisores.
- Abierta: En este caso ambas identidades, es decir, revisores y autores, son conocida.
Generalmente, los expertos conocen el tema a analizar o criticar, ya que existen precedentes, pero en algunos casos el trabajo es nuevo e
innovador, por tanto el análisis o crítica se complica, ya que es complicado criticar un tema que es totalmente desconocido.
Con respecto al procedimiento,
primero el autor hace llegar el artículo que desea que sea publicado al grupo
editorial de la revista mediante una plataforma. El grupo editorial revisa el
artículo y comprueba si cumple con los requisitos básicos de la revista, por
ejemplo: el estilo, tema, claridad, etc.; si es así, harán llegar el estudio o
artículo a 2 o 4 revisores, los cuales lo analizarán y criticarán.
Una vez realizada la crítica por
parte de los revisores, ésta es enviada al grupo editorial para que la hagan
llegar a los autores. Normalmente, la crítica suele conllevar mejoras, tanto si
se aconseja publicar o no el artículo.
Finalmente, el grupo editorial
analizará, una vez conocida la opinión de los revisores, si publicar o no el
artículo en su revista, después de llevar a cabo las mejoras establecidas por
dichos revisores, y se lo comunicará a los autores. Por tanto, la última
palabra siempre la tiene el grupo editorial.
Como he comentado anteriormente, la
evaluación de un trabajo nuevo, que es desconocido para cualquiera, es
complicado, por ello se debe confiar en la profesionalidad del experto al que
se le encomienda dicha tarea. A su vez, la elección del experto adecuado por
parte del grupo editorial es muy importante, aunque actualmente muchos critican
esta actividad debido a que las revistas se deben enfrentar a la problemática
de la escasez de expertos que deseen desempeñar esta tarea no remunerada.
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